"La obra se fue escribiendo al
compás de los ensayos,” dice Cecilia Meijide del espectáculo “Cactus Orquídea,”
que se presenta los sábados a las 23 horas en el teatro Anfitrión de Buenos
Aires. En una charla con Jaquematepress dijo además que si bien el espectáculo tiene
autor, “había una clara propuesta desde la dirección y dramaturgia pero fue un
proceso a modo de "ida y vuelta". Si un actor modificaba lo escrito y
considerábamos que eso era más orgánico, entonces el texto cambiaba. Lo mismo
sucedía si aparecían personajes nuevos o ideas nuevas surgidas de
improvisaciones. “
Es un espectáculo que indaga sobre un
hombre que pierde a su mujer. En vez de extrañarla su vida se silencia. A
través de su empleado conoce a una mujer, quien le regala una semilla que al
plantarla hace volver a la persona que uno perdió. Entre los espacios en silencio
de esta historia mágica se entrelazan otras más, cotidianas, cercanas,
pequeñas. Cinco historias entrelazadas, hilvanadas…
Cual es la concepción sobre el
trabajo teatral que tiene el grupo?
El ensamble orgánico ha buscado
siempre el diálogo entre distintas disciplinas artísticas. Siempre nos
atrajo la búsqueda de nuevos lenguajes desde dónde contar algo que nos
interese. Concebimos el teatro como un arte enorme, por eso no queremos atarnos
a ninguna convención. La búsqueda de formas nuevas es lo que nos motiva. Por
eso convocamos siempre a otras disciplinas, que nos inspiren y nos aporten herramientas nuevas para que el
teatro que hagamos se mantenga en movimiento y no sea algo cerrado, acabado.
Cuales son las
sensaciones, pensamiento o emociones que el espectador ha de experimentar luego
de ver el espectáculo?
El espectador suele irse contento, emocionado. Creemos que es porque nuestro trabajo buscó ser honesto desde un principio y estar vivo. No se ven ideas cerradas ni virtuosismo, se ve trabajo y acción. Se ve algo que pertenece a todos los que están en escena y que se comparte, porque también es para los que van a verlo. El espectador se siente identificado con estos personajes porque cuentan algo muy sencillo con mucha sensibilidad. Además, cada área de la obra es una obra de arte en sí misma, lo que resulta un deleite para el público.
El espectador suele irse contento, emocionado. Creemos que es porque nuestro trabajo buscó ser honesto desde un principio y estar vivo. No se ven ideas cerradas ni virtuosismo, se ve trabajo y acción. Se ve algo que pertenece a todos los que están en escena y que se comparte, porque también es para los que van a verlo. El espectador se siente identificado con estos personajes porque cuentan algo muy sencillo con mucha sensibilidad. Además, cada área de la obra es una obra de arte en sí misma, lo que resulta un deleite para el público.
Funciones: Sabados a las 23 horas, teatro Anfitrión, Venezuela 3340, Ciudad de Buenos Aires. Reservas: 4931 2124 Actores: Nacho Ciatti, Laila Duschatzky, Nacho Bozzolo, Gatto Filgueira Oria y Maria Estanciero Dirección y autoria: Cecilia Meijide Escenografia: Javier Drolas Vestuario: La Polilla Música Original: Guillermina Etkin
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